La reciente partida del director francés Jean-Luc Godard, a los 91 años, uno de los padres de la Nouvelle Vague, me hace recordar algunas de sus cintas más aclamadas como su primer gran éxito “Al final de la escapada” (1960) protagonizada por Jean-Paul Belmondo, quien falleció el 2021.
Además está “El desprecio” (1963) con la hermosa Brigitte Bardot; la extraña y peculiar “Alphaville” (1965), con la inolvidable modelo y actriz danesa, Anna Karina, quien fue la esposa y musa inspiradora de Godard.
OTRO CAMINO
Sin embargo, en su larga lista de títulos la que llamó poderosamente mi atención fue “Vivir su vida” (1962) en que nuevamente la ex del director fue la protagonista.
La cinta calificada como una de las más exitosas y populares del francés, cuenta en 12 secuencias la historia de una mujer que toma la decisión de dedicarse a la prostitución, aunque su deseo más grande es llegar a convertirse en una actriz famosa.
´Nana´, como le dicen a la protagonista, toma la decisión de cobrar por servicios sexuales debido a que no puede pagar el alquiler de su domicilio, y económicamente no puede sobrevivir.
En ese filme se puede ver las distintas maneras en que el sistema actual opera, las presiones que pasa la chica por pagar el dinero que debe y las contradicciones que encierran algunos empleos, como es el servicio sexual en que vemos una radiografía de cómo funciona la vida de una prostituta en el París en aquella época.
La protagonista toma las riendas de su vida sin complejos y culpa; se empodera en este mundo conforme va tomando sus propias decisiones, sin embargo, siempre existirán elementos patriarcales dentro de la sociedad en que se desenvuelve y que están sobre ella y sus sueños.
Así se puede observar también la presión que ejercen los proxenetas sobre las prostitutas, la violencia, el trato que tienen los clientes con ellas, etc.
En esa línea ‘Nana’ hace varias reflexiones a lo largo de la cinta, las cuales surgen a partir de las actividades cotidianas que realiza, se replantea los conceptos del amor y la vida, y el sentido que les otorga a ellos.
Lo anterior se refleja la particular escena cuando ella conversa con un hombre sobre estos temas, y las opiniones que ella tiene al respecto, recordando que en esa época se les daba otra relevancia, y que hoy se estiman en forma superficial.
NUEVO ESTILO
En “Vivir su vida” como en la mayoría de las cintas de Godard se aprecia un nuevo estilo en la estética cinematográfica, él rechazaba la forma convencional de narración y en su lugar empleaba cortes frecuentes que alternaban discusiones filosóficas con escenas de acción, dando otra dimensión a las historias.
Así el francés reescribió las reglas para las cámaras, el sonido y la narrativa, siendo por muchos años calificado como uno de los directores más viscerales y provocadores del medio.
Sus películas lanzaron a la fama a Jean-Paul Belmondo, Brigitte Bardot y Anna Karina, uno de los rostros más bellos del nuevo cine francés de la década de los sesenta.
Por Andrés Forcelledo Parada.-
