El papel del Mesías ha sido representado en más de 150 títulos en la historia del séptimo arte; la primera vez fue en 1898 cuando Georges Hatot y Louis Lumiere rodaron el corto “La vie et la passion de Jésus-Christ”; otra cinta muda relevante fue “Rey de reyes” (1927) de Cecil B. DeMille.

Luego vendrían las superproducciones “Rey de reyes” (1961) de Nicholas Ray y “La historia más grande jamás contada” (1965) de George Stevens. Una versión más sencilla fue “El evangelio según San Mateo” (1964) de Pier Paolo Pasolini.

“El evangelio según San Mateo”

Sin duda “Jesús de Nazaret” (1977) de Franco Zeffirelli es una de las favoritas del público y por décadas ha sido la invitada de piedra en televisión durante la conmemoración Semana Santa.

Es alabada por la crítica por su dirección artística, fotografía, banda sonora, guion, locaciones e insuperable elenco de estrellas encabezados por un inspirado Robert Powell en el papel de Jesucristo. 

VERSIONES POLÉMICAS 

Algunas versiones no han estado fuera de la polémica como “La última tentación de Cristo” (1988) de Martin Scorsese, basada en la novela homónima de Nikos Kazantzakis.

La cinta tuvo duras críticas de la Iglesia Católica por tratarse de una interpretación apartada del canon cristiano. En Chile estuvo censurada hasta el 2004 cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó su exhibición.

“La última tentación de Cristo”

En el caso de “La pasión de Cristo” (2004) de Mel Gibson, suscitó la aprobación de amplios sectores cristianos, aunque fue tachada de “antisemita” por miembros de la comunidad judía en el mundo.  

Renombrados críticos injustamente la titularon en su columnas como “El linchamiento de Cristo” o “Las alucinaciones de un sádico”, por mencionar algunos.

“La pasión de Cristo”

Efectivamente no fue fácil verla ante las imágenes de tortura y el derramamiento de sangre llevado al extremo, sin embargo, Gibson había anticipado rodar el filme más realista sobre Cristo.

“Quería que causara conmoción. Y también quería que fuera excesiva. Quería que llevara a los espectadores al límite. Y lo hace. Creo que nos lleva al límite”, explicó el director a la BBC.

BARBARIE

En este punto cabe mencionar que antecedentes históricos ratifican la barbarie de los soldados romanos. Ellos eran expertos en torturar, lo cual está confirmado por historiadores y estudios científicos acabados.   

Ante la política imperialista de Roma los soldados se ausentaban por largos períodos de sus hogares debido a las constantes guerras. La muerte les pisaba los talones y las expectativas de vida no era muy auspiciosas.

Se convertían en verdugos sanguinarios y se tomaban enserio las torturas aplicadas a los prisioneros, sobre todo a los condenados a la pena capital, definitivamente el sadismo era su diversión.

Aunque la película de Gibson es extremadamente brutal vale la pena revisarla, incluso para algunos es un instante de reflexión personal para optar a una efectiva conversión espiritual, que es más honesto que un inútil legalismo religioso.

Por Andrés Forcelledo Parada.-