Hoy, pero hace 62 años, un martes 8 de septiembre de 1959, el obispo de la diócesis de Temuco, monseñor Alejandro Menchaca Lira, firmaba el decreto fundacional de la que en ese entonces se dio en denominar la Universidad de la Frontera. La firma del documento la realiza en el Club de Temuco, en presencia de autoridades provinciales, parlamentarios y muchos propiciadores temuquenses.
El miércoles 9 de septiembre, El Diario Austral titulaba en la página 7 y a seis columnas, “Anoche fue fundada en Temuco la Universidad de la Frontera”, extendiendo el desarrollo de la información en la misma página, a otras tres notas que complementaban tal acontecimiento social. Así, en una de ellas se incluía la transcripción íntegra del decreto de fundación; en otra, la designación de los integrantes del Consejo Universitario y la tercera se refería a quienes eran los primeros propiciadores de la universidad naciente.
Más aun, en la página 3 del mismo 9 de septiembre, el editorial está dedicado “… a la creación de la Universidad de la Frontera”, señalando tal hecho como la noticia del día. El editorialista refiere entre otras expresiones, a lo más significativo del decreto fundacional, “Nace hoy, la Universidad de la Frontera, como expresión del espíritu que anima a los habitantes de esta región, tan abierta a todas las inquietudes, como extenso es el horizonte que nos rodea”.
Una nueva expresión de lo relevante de la decisión del obispo Menchaca Lira, es que se le identificó además como la “Silueta del día, a través de una creación”. El Diario Austral consigna en esta columna la proverbial sencillez de monseñor, y cómo se transforma por este acontecimiento en el gestor del “…golpe noticioso del año”. La nota destaca el hecho que no solo firma el decreto fundacional, sino que inmediatamente entrega la universidad a la ciudad, con edificio propio, con dinero para sus primeros gastos, con consejo universitario y con la adscripción de centenares de propiciadores.
¡Qué tal! No solo crea, funda, sino que provee, además. Con justa razón, el diario señala que con este acto fundacional, monseñor Alejandro Menchaca Lira da forma y vida “… a la obra de mayor aliento que ha emprendido desde que gobierna la católica diócesis temuquense”. Premonitorias expresiones porque justamente hoy, la actual Universidad Católica de Temuco celebra sesenta y dos años de vida y desarrollo.
Hoy nuevamente me valgo de este aniversario para resaltar el carácter público o ciudadano de la fundación de la Universidad Católica de Temuco, pues sí nació con un impresionante respaldo ciudadano, no solo de temuquenses, sino de muchos habitantes de la entonces provincia de Cautín. Los propiciadores se sumaban y sumaban en sucesivas notas informativas de El Diario Austral hasta totalizar casi dos mil a noviembre del año 1959. Algún día publicaré la extensa nómina de propiciadores, entre cuyos nombres distingo a algunos que hoy viven entre nosotros.
El actual párroco temuquense Giglio Linfati nos lo recuerda: “En las crónicas de la parroquia de Carahue encontré escrito algo sobre la naciente universidad, sobre todo la preocupación para sustentarla económicamente: las diversas campañas diocesanas que se hacían para recaudar dinero. Es decir, todas las parroquias de la diócesis contribuyeron también con sus colectas para apoyar a la Universidad de la Frontera”.
¡Muchas gracias, monseñor Menchaca Lira; muchas gracias a los propiciadores; muchas gracias a toda la comunidad temuquense y de la provincia de Cautín de entonces!
¡Feliz aniversario, Escuelas Universitarias de la Frontera! ¡Feliz aniversario, Universidad Católica de Temuco!