Con el respaldo del Ministerio Público y la ejecución de Carabineros, la dirección de Seguridad Pública de la Municipalidad de Temuco concretó este miércoles un operativo de desalojo que devolvió a su propietario un inmueble ubicado en calle Carrera, entre Av. San Martín y Andrés Bello, que se mantenía tomado en diversos lapsos de tiempo desde el 2018.
Fueron necesarios ocho meses de dilatados trámites y coordinaciones para alcanzar esta intervención, la cual dejó siete personas detenidas, quienes fueron retirados por personal de Control de Orden Público (COP) de Carabineros, con apoyo de inspectores municipales.
Las direcciones de Obras Municipales, Operaciones, Medioambiente y Seguridad Pública participaron activamente en la inhabilitación del espacio para evitar futuras ocupaciones.
La acción fue posible gracias a la denuncia interpuesta por el dueño del inmueble, quien fue ubicado y asesorado por funcionarios municipales tras reiteradas denuncias vecinales por incivilidades y problemas de seguridad en el sector.
Desde el municipio recalcaron que sin una denuncia formal del propietario, los procesos legales para intervenir este tipo de situaciones no pueden activarse, debido a la falta de facultades directas para actuar.
La propiedad, que se encontraba completamente deteriora, había sido foco de diversos hechos de violencia y desorden que afectaban la tranquilidad de los residentes del sector.
Con esta acción, el municipio busca seguir fortaleciendo el orden público y la seguridad urbana mediante intervenciones integrales y un trabajo conjunto con Carabineros y la Fiscalía.
El capitán Pablo Cisterna, jefe operativo de la Segunda Comisaría de Temuco señaló que “a requerimiento del propietario del inmueble se realizó una entrada por el delito de usurpación y se logró detener a siete personas quienes se encuentran habitando este inmueble, dentro de ellos son cinco adultos, hombres y dos mujeres adultas también.
Todos estos detenidos mantienen antecedentes penales (…) Estas personas son detenidas por la usurpación que realizaron al inmueble en cuestión. El compromiso de nosotros fue restituir este inmueble al propietario el cual estaba en flagrancia logrando la detención de estas personas”.
En la ocasión, el alcalde de Temuco, Roberto Neira, volvió a poner en la palestra las enormes dificultades que sufren los municipios para desalojar las casas okupas. El edil señaló que “la tramitación fue engorrosa, para poder como municipalidad tomar acciones reales para que estas casas okupas se acaben de las ciudades de Chile. Llevamos más de 8 meses haciendo la permisología que nos exigen las leyes, porque no existen procedimientos especiales para poder enfrentar estos temas”.
Neira celebró que después de eternas diligencias, “por fin esto se acaba”, no sin antes resumir el trabajo que permitió el desalojo. “La municipalidad tiene que ubicar a los propietarios, hacer publicaciones en los diarios con gasto al presupuesto municipal, con todos los problemas que estas personas se colocaban a tomar en la vía pública, en Av. San Martín, defecaban en las puertas de las casas, los vecinos desesperados que no podían dormir.
Logramos que el dueño junto a nuestro equipo realizara la denuncia a las 8:00 de la añana en la Segunda Comisaría la que fue tramitada inmediatamente por el fiscal, quien determinó que existen los antecedentes necesarios para autorizar la acción de la fuerza pública, en este caso, de Carabineros para que el propietario recupere este espacio”.
Por su parte, Israel Campusano, director de la dirección de Seguridad Pública, fue enfático en señalar que pese a “todas las dificultades, Carabineros, la Fiscalía y la Municipalidad de Temuco están haciendo el trabajo y vamos a seguir haciéndolo, porque nosotros le hemos declarado, literalmente, la guerra a los okupas y no vamos a descansar hasta que se acabe el 100% de las casas en esta situación”.
Por último, Jaime Gutierrez, dueño del inmueble, aprovechó para agradecer “el proceder de Carabineros y el apoyo del municipio para efectuar esta diligencia y poder sacar estas personas que estaban molestando bastante en el sector hace un largo tiempo y ocasionaron muchos daños al interior de la propiedad y molestias hacia todos los vecinos”.
El dueño aseguró que el destino de las edificaciones es la “demolición porque en realidad tiene daños estructurales de importancia y para que, principalmente, no se pueda volver a ocupar”, concluyó.