El próximo martes 15 de junio se cumplirán 17 años de la desaparición de la joven madre Ivonne Mendoza Callumán, de 34 años, quien fue vista por última vez en junio del 2004 por sus familiares, generando un enigma policial que hasta hoy no ha podido ser resuelto.

Ella salió desde su vivienda ubicada en la calle Pajaritos Nº5 en Traiguén, en dirección al terminal de buses para trasladarse a su trabajo en Santiago donde se desempeñaba como asesora del hogar, pero nunca llegó a su destino. 

Su hija mayor Yulissa Andrade Mendoza, de 22 años, quien al momento de perder el rastro con la persona que le dio la vida tenía cinco años, dialogó de forma exclusiva con Golpedigital.cl.

En esta entrevista cuenta que nunca estuvieron conformes con la investigación de Fiscalía y la PDI, y que el caso se encuentra archivado y que Fiscalía de Traiguén le negó acceso a la carpeta investigativa del caso.  

La estudiante de Enfermería sostiene que no pierde las esperanzas de encontrar alguna pista qué le indique qué pasó con su madre. Su familia, amigos y una agrupación tienen preparada una conmemoración especial para el martes 15 de junio, ocasión que recordarán los 17 años de la desaparición de Ivonne Mendoza y también será un momento para clamar justicia. 

–¿Cómo surge la idea de retomar el caso de su madre, que es un enigma policial sin resolver?

–Bueno, esto nació por un movimiento que se formó en Traiguén a propósito de mujeres que han sufrido algún tipo de violencia o han desparecido. Acudimos y tuvieron la iniciativa de contactarse con varios medios y empezó a surgir todo.

–¿En lo personal qué buscas con esta iniciativa?

–Busco que se conozca el caso de mi mamá, como acá es un pueblo muy pequeño mucha gente no supo lo que pasó. Necesitamos y queremos que se haga justicia, siempre estamos pensando en nuestra madre y estamos intranquilas de no tener esa justicia que requerimos.   

–El caso de su madre es bien particular, porque en otros se encuentran ropa u otro elemento de las víctimas. ¿Aquí al parecer no se ha encontrado nada?

–Nada, en absoluto nada.

–¿A qué edad usted se enteró de esta situación? Tengo entendido que su tía le cuenta lo ocurrido.

–Desde los cinco años que estoy en conocimiento, ella ( mi tía) nunca me lo ocultó, desde muy temprano estuve al tanto de todo y comprendí todos los hechos.

–¿Qué recuerdos tiene de su madre?

–La recuerdo como una mujer alegre y cariñosa con toda su familia, cercana (…) eso más que nada, muy cariñosa y alegre con los suyos.

Ivonne Mendoza Callumán (34 años).

–¿Ha sido muy duro estar sin la mamá?

–Sí, pero gracias a Dios he tenido a la familia por parte de ella (tíos) que me ha apoyado bastante. Mis tías han sido como mis padres desde los cinco años.  

–¿Usted se encuentra estudiando?

Sí, en la actualidad estoy en cuarto año de enfermería. 

–¿Cuál es el relato con respecto a cómo sucedieron los hechos? Lo que se conoce de su madre es que trabajaba como asesora del hogar en la Región Metropolitana, salió a tomar el bus y se pierde su rastro.

–Así fue, desde ese momento se quisieron buscar pistas, pero nunca se supo nada y el caso quedó archivado y se catalogó como muerte presunta. 

–¿Cómo es eso de la muerte presunta?

–Se hizo posible su muerte por su desaparición por todos los años que han pasado y no se supo de ella. 

–¿Existe alguna posibilidad de que su madre esté con vida?    

–Difícil pregunta, pero como dicen la esperanza es lo último que se pierde, entonces el tema es tratar de pensar positivo. 

–¿Y qué le dice su corazón?

–No lo sé, ojalá que estuviere viva.

–Pero lo ha pensado o soñado

–Lo pienso todo el tiempo, porque como no sé nada de ella, pueden ser ambas opciones, por mí que estuviera viva. Es un 50 y 50 por ciento.

–¿Hay algún elemento que permita reabrir la investigación, eso es lo que están buscando hoy como familia?

–Sí, eso queremos como familia que se reabra el caso y que investiguen mejor.

–¿Por qué mejor, hay dudas con respecto a la investigación? ¿No están conformes con la investigación que se hizo?

–No estamos conformes con la investigación que hubo en ese momento, mi tía desconocía tanto lo que era la justicia que poco se pudo hacer; no supo cómo actuar, entonces creemos que fue muy precario todo.

–¿El hecho se ser una familia humilde y con apellido mapuche en el caso de su madre, usted cree que influyó en la investigación?

-Sí, quizás si hubiésemos tenido más recursos habríamos hecho mucho más, mucho más.

-Hubo rastreos, búsqueda y operaciones rastrillos por Traiguén por parte de la policía ¿Qué recuerdan ustedes?

-No recuerdo mucho, pero se tuvo que haber hecho algo.

-¿Usted ha tenido acceso a la carpeta investigativa la ha podido leer? 

–Lamentablemente no, porque supuestamente eliminaron todo tipo de archivos que existían en esa carpeta, entonces me dijeron que no existe.

­–¿Esas carpetas quedan archivadas en Fiscalía y tendría que estar?

-Sí, fui muchas veces a Fiscalía y me dijeron lo mismo, me lo negaron totalmente. Me estuve asesorando y me dijeron que era imposible que hayan eliminado la carpeta.

–¿Y quién le dio esa respuesta y cuándo fue a Fiscalía? 

Fui hace un mes, porque me interesaban saber los hechos del caso, qué fue lo que se hizo, cómo actuaron, cómo actuó la policía, qué fue lo que encontraron, cuáles fueron las declaraciones, me interesaba saber todo (…) me hicieron esperar cierto tiempo y luego fue mi tía y le dijeron que habían eliminado la carpeta por una supuesta ley.

–¿Qué cosas hoy deberían aclararse y que a ustedes les quedan dudas como familia? Se habla de un horno a carbón que había en un predio, qué cosas le gustaría que se puedan indagar.      

–Por esos surgió mi motivación por ir a pedir la carpeta, porque sé que hubo un horno, que se encontraron ropas con sangre y quería saber sí se analizaron estos elementos, si se hicieron muestras, eso quería saber, si lo habían hecho bien.  

–¿Y esta visita usted la realizó a la Fiscalía de Traiguén?

–Sí.

–¿Y quién la atendió en la Fiscalía? Algún administrativo o habló con algún fiscal.

–Hablé con un administrativo, quien fue un poco descortés, me dijo que nos sabía nada, que no había nada, que lo único que había eran dos papeles que me entregaron y que se quería reclamar que fuera a Fiscalía regional.

–¿Usted quiere llegar a la verdad?

–Sí.

–¿Existe algún sospechoso respecto a la desaparición de su madre?

–Es muy difícil, porque siempre ha sido el mismo (…)   

–¿Se trataría de una ex pareja de su madre?

–Sí.

–¿Y qué elementos le llevan a pensar que él pudo haber tenido algo que ver en este hecho?

–Es que en ese tiempo hubo muchas cosas, pero por el momento preferiría omitir comentarios por respeto a mi hermana.

–¿Su hermana vive con él? 

–Se podría decir que sí.

-¿En el caso de su padre ha tenido contacto con él?

-Sí, me llama una vez al mes, él vive en Santiago.

–Y qué piensa él de la iniciativa que usted ha tomado para llegar a la verdad con respecto a la desaparición de su madre.

-No le he comentado, tampoco lo encuentro muy importante y relevante, porque mi familia vive aquí en Traiguén y ellos son mis padres.

–Le han informado que se podría dar el caso de una desaparición forzada, una figura que se ocupa en casos de Derechos Humanos. 

–No.     

–¿Ha soñado con su madre?

–Sí, hace muchos años.

–¿Y en esos sueño qué ocurre?

–Ella se iba y yo trataba de buscarla, la seguía, pero más que eso nada.

–Está claro que ella cuando sale de la casa en Traiguén no toma el bus que la llevaría a Santiago.  

–No, por eso hubo muchas especulaciones que señalaban que ella se habría suicidado, pero si hubiera sido así, se habría encontrado sus cosas, su bolso con ropa y su cuerpo. Incluso su celular se apagó desde el momento que desapareció.

–Y cuánto tiempo pasa desde el momento que sale de la casa y se dan cuenta de su desaparición.

–Dos días, recuerdo que nos contó que iba a tener mucho trabajo en Santiago y por eso pensamos que no era apropiado llamarla o tampoco ella no había llamado por este motivo.        

–¿Y ella se llevó la ropa que siempre ocupaba o se llevó más cosas de la casa?     

–Era lo mismo de siempre.

–¿Qué le pediría usted a la justicia?

–Que reabran el caso y que ayuden a una familia que lo necesita y justicia; que en conjunto podamos encontrar algo, alguna pista y más que nada que ayuden, que se pongan la mano en el corazón y ayuden a encontrar a mi mamá.

–¿Y cómo se puede vivir con este dolor, cuando no se sabe que ocurrió con un familiar tan cercano 

–Yo creo que compartimos en el mismo sentimiento con mi tía, hermana de mi madre, que es algo diario, se vive el día a día con el dolor que siempre va a estar, mientras no se sepa algo de ella, siempre vamos a estar con ese dolor. (Sollozos).

–El objetivo final es que exista tranquilidad para la familia.

–Exacto, eso queremos tranquilidad.  

–¿Se acercado gente de Traiguén a entregarles antecedentes, han recibido apoyo de alguien o se encuentran el más absoluto abandono?

–Si ha existido más apoyo, por ejemplo, el martes 15 de junio vamos a realizar una conmemoración, entonces hay más apoyo. Igual han llegado algunos comentarios, pero son comentarios vagos.

¿Existe la posibilidad que Ivonne Mendoza esté viva en algún lugar o fue víctima de un crimen brutal para hacerla desaparecer? Es el enigma que aún persiste en un caso policial sin precedentes en el país.

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