El 1 de noviembre próximo se cumplirá un año de la muerte Margarita Elizabeth Campos Godoy (de 66 años) la auxiliar de aseo del Colegio Bautista que el 5 de septiembre del 2014 fue una de las últimas personas que vio con vida a la psicóloga estadounidense Erica Hagan y que estuvo en su departamento, donde horas después sería brutalmente asesinada.

Un cáncer fulminante se llevó a una testigo “clave” en el caso Hagan, que luego de seis años fue reabierto por el Ministerio Público para intentar dar con él o los responsables de uno de los crímenes más horrendos ocurridos en La Araucanía y que hasta hoy está en la impunidad.

El 08 de septiembre del 2014, en la Brigada de Homicidios de la PDI de Temuco, el subcomisario Ricardo Muñoz Fernández y la subinspectora Daniela Sagredo Bravo, le tomaron declaración a Margarita Campos, quien entregó un antecedente nuevo, que abría una línea investigativa distinta a la que se incubaba en el Ministerio Público, que tenía como sospechoso al rondín Domingo Cofré. 

La encargada del aseo dijo a la policía que ese viernes 05 de septiembre de 2014, luego de realizar una serie de tareas, a eso de las 10 de la mañana se trasladó hasta el Departamento de calle Montt, donde vivía Erica Hagan, recorrido que hizo por dentro del colegio.

En su testimonio prestado ante la policía, la testigo relató que  abrió la puerta del hall con la llave, ya que se encontraba cerrada como es habitual para impedir el ingreso de los niños. 

Contó que tocó la puerta y esperó, pero como no le abrieron utilizó su llave y abrió, pero le llamó la atención que la puerta tenia doble llave, “lo que me generó extrañeza, ya que nunca la tenía con llave”, relató en su declaración. 

Una vez que abrió comenzó a gritar «aló, aló», pero no le contestó nadie y fue a buscar la aspiradora que estaba en la lavandería para hacer aseo, abrió las cortinas del living, fue a la cocina y encendió la luz y comenzó a pasar la aspiradora. 

“Cuando estaba pasando la aspiradora en el pasillo que da a los dormitorios, apareció Erica y me asusté, por lo que grité, donde ella me pidió disculpas y seguidamente cerró su puerta de manera muy rápida, cosa que me llamó la atención, porque siempre la dejaba abierta para que yo limpie el baño que queda dentro de esa pieza”, dijo Campos a la policía.

«dejó la puerta de la pieza cerrada y ella siempre la dejaba abierta para que entrara a hacer aseo al baño de la habitación”

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En su relato la testigo aseveró que luego “Erica fue hacia el comedor y llevaba su celular en la mano, uno blanco, lo dejó encima de la mesa, enrolló el cargador, ordenó unas cosas. Luego se me desapareció y creo que volvió a entrar a su dormitorio porque la puerta estaba cerrada. Terminé de hacer aseo cerca de las 11:30 horas y retiré, dejando la puerta del departamento cerrada con doble llave y la del hall quedó cerrada con seguro”.

Campos le hizo saber a los efectivos de la Brigada de Homicidios que le llamó la atención que Erica Hagan se encontrara en el inmueble, ya que siempre iba antes del mediodía y nunca la encontraba allí a esa horsa. Y el otro hecho inusual que relató la testigo fue que “dejó la puerta de la pieza cerrada y ella siempre la dejaba abierta para que entrara a hacer aseo al baño de la habitación”.

LOS ZAPATOS

Margarita Campos le dijo a la policía que ese día cuando Hagan salió de su habitación andaba vestida y maquillada, pero que no recuerdaba específicamente su ropa.

«Debo indicar que iba a hacer aseo al departamento una vez a la semana, siempre limpiaba la cocina, living, comedor y los dos baños. A la pieza que estaba al costado norte de la casa no entraba y tampoco hacia el dormitorio de ella”, precisó la testigo.

Uno de los antecedentes más relevantes que entrega esta testigo, es que el día en que asesinaron a Erica Hagan, en un sector del departamento ella divisó unos zapatos de hombre, distintos a los que normalmente usaba Hagan.

Campos relató en su declaración que “con respecto a la puerta de la lavandería, esta siempre se encontraba cerrada con doble llave, la que guardaba en un cajón del mesón de la cocina y es la única llave que existe. Esta puerta solo se abría cuando habla e cambiar el gas, el que duraba 3 meses y la última vez que se abrió fue unos días antes que llegara Erica, ya que se limpió todo el departamento y se llevó gas”.

«Puedo indicar que ese día realicé aseo en la lavandería, aspiré, levanté unas pelusas del filtro de la secadora que estaban en el suelo, llamándome la atención que en la alfombra a la altura de la puerta había barro como de zapato. Además en el living, entre la estufa y el sillón verde me percaté que habían unos zapatos color café de gamuza, con caña, con la planta lisa como gastada, y estaba acordonados en forma paralera, que a mi parecer eran de hombre y además estaban limpios”, sostuvo.

El fiscal Miguel Ángel Velasquez, quien hoy cumple funciones en la Fiscalía de Lautaro, no presentó este testimonio en el juicio oral que se desarrolló en Temuco, donde en un fallo lapidario para la Fiscalía y la PDI, el rondín Domingo Cofré fue absuelto del delito de homicidio. 

«Además en el living, entre la estufa y el sillón verde me percaté que habían unos zapatos color café de gamuza, con caña, con la planta lisa como gastada, y estaba acordonados … que a mi parecer eran de hombre y además estaban limpios»

En su domicilio de Padre Las Casas, Osvaldo Vega (de 73 años) recorre su casa que está llena de recuerdo de su esposa, la auxiliar de aseo del Colegio Bautista, Margarita Campos Godoy, con quien compartió durante 47 años.

Pese a que no quiso aparecer en cámara ni ser grabado, Vega conversó con Golpedigital.cl, afirmando que su cónyuge sufrió mucho con el crimen de Erica Hagan y que el establecimiento educacional nunca le prestó ayuda psicológica ni ningún tipo de apoyo para superar las secuelas de un crimen horrendo.

El dueño de casa aseveró que cuando su esposa fue a declarar a la PDI, salió muy molesta porque le estaban haciendo firmar una declaración distinta a la que ella había hecho, especialmente cuando ella habló sobre la presencia de unos zapatos de hombre al interior del departamento de Hagan, agregando que los policías les incomodó que ella entregara ese antecedente.

Margarita Campos jubiló después de trabajar 20 años en el establecimiento educacional de Temuco Y su esposo contó que todo marchaba bien, que tenían planificado viajar, recorrer algunas ciudades de Chile para visitar a familiares, pero ella enfermó de un cáncer agresivo que terminó con su vida.

¿Esa mañana del 5 de septiembre del 2014 estaba Erica Hagan con alguien en su departamento? ¿De quién eran los zapatos que la auxiliar de aseo vio en el inmueble? Muchas preguntas y pocas respuesta, en un caso que sigue siendo un enigma policial.

La declaración de Margarita y lo que alcanzó a comentarle a su esposo, no solo es importante para intentar dar con el autor del crimen, también lo es para la indagación por obstrucción a la investigación que pueda iniciar el Ministerio Público.

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