Las 200 familias que componen la comunidad indígena Juan Manuel Huaracán del sector Calof, distante a unos nueve kilómetros del sector urbano de la comuna de Puerto Saavedra, en la región de La Araucanía, están impactadas por el brutal crimen que terminó con la vida de Petronila Huaracán Callupil, de 76 años.
La señora Petronila era una especie de “matriarca” al interior de la comunidad, disfrutaba del cuidado de sus aves y de sus animales, como generalmente ocurre en estos villorrios apartados del sur del país. Por las mañanas acostumbraba a saludar a sus vecinos y era común verla en el culto del domingo en la iglesia.
El 20 de mayo de 2023, la tranquilidad del sector se vio interrumpida por un brutal crimen que hasta hoy remece a los vecinos. El imputado, Luis Alejandro Huaracán Catrilef, no era un desconocido para la comunidad, estuvo en la cárcel varios años y su libertad generó intranquilidad en el sector. Hasta ahora el personal de la Brigada de Homicidios de la PDI y la fiscal Andrea Rivas han establecido que el sujeto ingresó a la casa de la víctima, la golpeó con un elemento contundente en la cabeza, rostro y extremidades, causándole diversas lesiones.
A continuación –precisó la fiscal en la audiencia de formalización– el imputado la atacó con un arma blanca en torso y cara, le cortó las orejas y, finalmente, la decapitó. Tras darle muerte, registró el domicilio y se apropió de especies y la suma de $283.884, correspondiente a la pensión de la víctima. Antes de salir del lugar en dirección desconocida fue sorprendido por una hija de la dueña de casa, a quien amenazó de muerte.
El Juzgado de Garantía de Carahue acogió la petición de la fiscal de Carahue, Andrea Rivas y dejó con la medida cautelar de prisión preventiva a Luis Alejandro Huaracán Catrilef, imputado por el Ministerio Público como autor de los delitos consumados de robo con homicidio y amenazas simples.
Elia Lincopi, prima de la hija de la mujer asesinada, quien asumió la vocería de la familia, habló con Golpedigital.cl, aseverando que tanto los cercanos a la víctima como la comunidad indígena esperan la máxima pena para el autor de este horrible crimen.
–¿Cómo los ha afectado lo ocurrido?
–No tenemos explicación para lo ocurrido. Nos ha afectado mucho, cada día que pasa estamos asimilando lo que pasó, porque es terrible mirar para el frente, saber que no hay nadie, con susto, en la noche casi no dormimos, hay niños chicos, lo estamos pasando terrible, ha sido muy difícil, pero con la ayuda de Dios vamos a salir adelante.
–Esta persona que está como imputada en el hecho ¿Era conocido de ustedes?
–El era un sobrino lejano de mi tía.
–¿Esta persona tenía antecedentes penales?
–Sí, había estado preso anteriormente. Hace tres años y un día que había estado en la cárcel y hacía el año que había salido.
–¿Ustedes consideran que hubo falta de celo de parte de los tribunales por dejarlo en libertad?
–Sí, porque no era como para soltarlo, era un peligro para la sociedad.
–¿Cuáles son los temores que ahora tienen como familia?
–El miedo que tenemos es que no se haga justicia, que esté poco tiempo adentro y que después lo larguen. Nosotros queremos el máximo de pena para él, ojalá presidio perpetuo, que quede por siempre adentro, encerrado, ahí tendríamos nosotros la seguridad de vivir tranquilos acá en el campo.
–¿Cómo recuerda a su vecina?
–Era una dueña de casa tranquila, de iglesia los domingos, la recuerdo viendo a sus aves, a sus chanchitos, ella era una dueña de casa, no era de andar paseando por aquí o por allá, era muy cariñosa con los niños, con las personas adultas, todo el mundo la conocía acá, le pasaban tocando la bocina y ella levantaba la mano. En la mañana cuando me iba al trabajo le preguntaba cómo había amanecido, a nosotros nos divide solo un camino. A veces cuando veía a este tipo deambular por ahí, yo le avisaba por el WhatsApp, le enviaba un audio para decirle que andaba este tipo ahí y que no saliera, nosotros siempre teníamos temor porque siempre deambulaba por ahí y siempre pasaba mirando para la casa.
–¿Ustedes presentían que podía hacer algo este tipo?
–Nosotros presentíamos que algo podía pasar. Yo no le tenía tanto temor porque siempre andaba en vehículo, pero la gente que andaba a pie siempre sentía temor.
–¿Después que abandonó la cárcel este sujeto cometió otros hechos delictuales?
–A un vecino que vivía cerca de él le mató dos perros, con un cuchillo. En la casa donde vivía con el papá le acuchilló un ternero nuevo, un ternero de meses. Lo llevó para una bodega, lo amarró y ahí lo acuchilló, lo dejó imposible al ternero. Sí había hecho cosas antes, no con personas, pero sí con animales.
–¿Cómo calificaría a esta persona?
–Mire, yo creo que esta persona no está loca, creo que hizo todo estando consciente, porque incluso cuando hizo eso con mi tía se fue donde otro familiar que estaba solo y le dijo: maté a tal persona. El no es una persona demente porque se llevó el dinero de mi tía,
–¿Qué esperan de la Justicia?
–Nosotros esperamos que la justicia se ponga la mano en el corazón, que dejen a este tipo encerrado para siempre, que se haga justicia, porque hemos visto tantos casos de personas que matan, son detenidos por un tiempo y luego salen, nosotros queremos el máximo de pena para esta persona. También queremos apoyo psicológico para nosotros que vimos lo que pasó, es difícil sacarse de la cabeza lo que pasó, más todavía yo que vivo al frente, estoy permanentemente recordando lo ocurrido. En el trabajo uno se olvida un poco, pero cuando llego a la casa comienzo a recordar todo, cierro las cortinas porque a veces pienso que alguien me está mirando. Cuesta dormir en la noche, hemos estado muy aferradas a Dios y eso nos está ayudando.