Tras ver en reiteradas ocasiones una de las cintas más polémicas de Stanley Kubrick “A clockwork orange” (1971), era menester leer la obra en que se basó el director norteamericano para realizar su filme de culto.     

“La naranja mecánica” (1962) del escritor inglés  Anthony Burgess cuenta la historia del adolescente Alex y sus tres amigos en un mundo de crueldad y destrucción.

Según su autor Alex posee los principales atributos humanos: amor a la agresión, amor al lenguaje y amor a la belleza”. Sin embargo, este joven no ha entendido aún la verdadera importancia de la libertad, la que disfruta de un modo tan violento.

En cierto sentido siente que vive en el paraíso, y sólo cuando cae duramente podría tener la posibilidad de transformarse en un verdadero ser humano.

El escritor inglés Anthony Burgess.

GÉNESIS

El génesis del libro fue un terrible hecho sufrido por Burgess mientras su esposa se encontraba embarazada.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial la pareja fue violentamente asaltada en Londres por cuatro soldados norteamericanos, ella fue violada y salvajemente golpeada por lo que tuvo que someterse a un aborto.

Tras la devastadora experiencia Burgess escribió su novela más famosa en que plantea como tesis sí el hombre es violento por naturaleza o la sociedad es agresiva con los individuos.

En sus 170 páginas la obra aborda la libertad del individuo contrapuesta al bien del colectivo y plantea hasta qué punto es legítimo que el colectivo, con sus autoridades, puedan manejar al individuo anulando su voluntad en función del interés y el bien común de la sociedad. 

Subrayar que Burguess aclaró que por ciertos motivos existen dos ediciones de su obra,  la original de Gran Bretaña con 21 capítulos y la de Estados Unidos con 20.

La versión inglesa presenta un final muy distinto para el personaje de Alex, en comparación con la norteamericana, que fue la que utilizó Kubrick para realizar su obra maestra.   

Stanley Kubrick dirigiendo una de las escenas de “A clockwork orange” (1971)

Recomendación literaria por Andrés Forcelledo Parada.-

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